23-08-2016
En España cada vez tiene mayor aceptación el testamento vital, un documento que permite a las personas decidir sobre sus últimos cuidados médicos y asegura su derecho a una muerte digna.
Pero este trámite en sus más de 3 años de vigencia aún no ha llegado a alcanzar su aceptación entre la población, muchas veces por miedo o por desconocimiento lo cierto es que la media no llega a alcanzar ni el 1%.
Hoy en día la comunidad donde más se realizan los testamentos vitales es Cataluña en la cual tocan a 8 de cada 1000 personas, en segundo lugar País Vasco con 7 sobre 1000 y en tercer puesto La Rioja con 6 sobre 1000.
Los últimos puestos a la cola de toda España se encuentran Extremadura y Galicia con un habitante por cada 1000.
Las administraciones han afirmado que no se ha hecho nada para informar a la población sobre este derecho que tienen y lo peor, es que no se ha informado al personal sanitario los cuales pueden consultarlo para tomar las decisiones oportunas.
Lo cierto es que el testamento vital es un documento muy útil y que se debe dar a conocer, permite al ciudadano manifestar anticipadamente su voluntad de cómo quiere recibir sus últimos tratos médicos o decidir sobre el destino de su cuerpo una vez haya fallecido.
Este documento es incorporado a su historial clínica y por ello el personal sanitario en un momento que el paciente se encuentre inconsciente o no tenga suficientes facultades para expresarse podrá ser consultado para que el personal médico tome en cuenta todo lo que en su momento deseó el paciente.
Para formalizar el testamento vital hoy en día existen tres formas:
ante tres testigos (dos de ellos no pueden ser familiares), ante notario y ante el personal del registro de la Comunidad Autónoma.
Este documento podrá ser revisado en cualquier centro sanitario y para anularlo es tan sencillo como romperlo y pedir también la copias que tengas entregadas a la administración o a los testigos.
