19-12-2017
Los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) confirman que el primer semestre de 2017 se han producido más muertes que nacimientos dejando una reducción de población de 32,132 personas en la primera mitad de año.
Los datos son muy alarmantes dado que España está perdiendo población a un ritmo alarmante y su tendencia va en aumento, de hecho en el mismo periodo de 2016 la diferencia entre muertes y nacimientos fue de 10,145 personas.
Una de las comunidades más afectadas con la perdida de población ha sido Galicia la cual encadena una racha consecutiva de 30 años con saldo vegetativo negativo existiendo una diferencia de 7,942 fallecimientos más que nacimientos, lo cual representa un 25% de la cifrá española.
La población envejecida es la principal causa de este saldo vegetativo negativo y tras la crisis económica los jóvenes no disponen de recursos y estabilidad suficiente como para decidirse tener hijos.
El único freno a esta reducción constante de población que sufre España actualmente es la entrada de inmigrantes la cual ha aumentado por primera vez desde 2008 y actualmente vuelven a llegar más inmigrantes que los que se van del país representando estos un 18,4% de los nacimientos en 2017.
Si la tendencia a la baja del saldo vegetativo no se invierte España se enfrentará a grabes problemas para poder mantener su sistema de bienestar para todos los ciudadanos dado que la población activa en edad de trabajar cada vez es menor.
Pero esta tendencia también supone un gran nicho de negocio para el sector servicios enfocado a la tercera edad dado que si la población continua envejeciendo se necesitarán más profesionales relacionados con el sector para ofrecer servicios de calidad a las personas que lo necesiten.